A photo by Secuoya777 on Flickr.
que me encontré entre la arena,
nada más infinito y acogedor.
Me dice 'ven'
En esas noches en las que nadie me oye,
en las que hasta el silencio me huye
y ya ni las paredes escuchan.
Entonces,
hago de las nubes mi techo,
de la luna mi anzuelo,
de las olas mi pulso
y del viento, mi república .
En horizontal y con la mente en blanco,
sin más límite que el cielo
y con el Edén a mis espaldas
dejo fluir la tinta que se quedó en el tintero,
me dejo llevar por el lugar bendito que no tiene dueño,
escucho el llanto que desgarra cada ola al romperse
y pienso que pensar es la última de mis prioridades en ese instante.
Invoco a las musas
y a veces las toco
dejo que la mente hable,
-aunque ella nunca calla, a pesar de que nos empeñamos en callarle-
Sin más compañía que el horizonte,
sin más ruido que el más sonoro silencio.
La dejo que baile un vals con los últimos soplidos de Septiembre,
que grite y que susurre
los motivos de su hambre,
y, por último,
me dejo nacer de nuevo,
dibujo mi alma
y cada milímetro de mi le da las gracias al mar,
al universo y a los pájaros
por darme algo de calor
para un invierno cargado de colores grises
y lejos del Oasis al que llamo
el hogar de mi alma.
''Locus amoenus''
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