Somos
la generación de las risas enlatadas,
de
los domingos por la tarde,
de
los ‘likes’, de los ‘favs’.
Somos
la generación podrida.
La
manzana negra de la sabiduría.
Somos
bombillas apagadas,
tenemos
enfrente el universo
y seguimos mirando la
pantalla.